El planeta tierra deja en evidencia todo lo que hacen sus habitantes.
|TODAS ESTAS COSAS TIENEN QUE ACONTECER
“La tierra sufre por los pecados de sus habitantes, porque han torcido las instrucciones de Dios, han violado sus leyes y quebrantado su pacto eterno.. Isaías 24:5 (Versión NTV)”
Hoy les invito a tomar este pasaje bíblico y empotrar lo en la actualidad del diario acontecer mundial y de ser posible comparar las coyunturas del pasado con el presente, hacerlos permite ver como el enemigo viene introduciéndose paulatinamente en las culturas de los diferentes países, e influyendo de manera directa en sus gobernantes, haciendo verles una supuesta necesidad de prepararse en carreras armamentista para guerras que solo pueden llevar a la destrucción de la humanidad.
En el día a día se ha convertido en algo común escuchar por los medios publicitarios la desigualdad social, usada como tema de excusa para desarrollar estrategias por países que tratan de imponer su poder o control sobre sus poblaciones u otros países de menor dominio o desarrollo. No les importa mentir y con la mentira desviar la realidad de los moradores, trasgreden las leyes tanto; Espirituales como Seculares, para ellos la opinión o derecho de los habitante no tiene mayor valor que los intereses que deseen prevalezcan a su favor llenando la tierra de maldad y resentimiento. Aparta a un lado a DIOS, se deja de cumplir con sus deseos e incluso se ha llegado a prohibir su búsqueda por parte de las poblaciones, se profanan y pisotean los estatutos sociales y Espirituales. Ahora bien, todas estas acciones inciden de manera directa sobre la creación de DIOS, AHORA BIEN; TODAS ESTAS COSAS TIENEN QUE ACONTECER,* Por lo menos así nos los recuerda el Señor: “Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores.” Mateo 24: 6 al 8. Amén.
A…G