Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Hebreos 10:23

De toda la vida me ha llamado la atención las grandes construcciones, es aun de mi agrado detallar como poco a poco un amarsigo de cabillas,  vigas metálicas y concreto dan paso a una estructura firme,

lo grandioso de la obra va más allá del modelo o imagen que se presentara a la humanidad, son sus pilares quienes emergen desde la profundidad de la tierra para darle la estabilidad y soporte requerido para sostenerle, sin bases sólidas simplemente sería una construcción inestable e insegura.

Este concepto sembrado en mí desde muy joven, me permitió de adulto tener una visión clara, especialmente en lo familiar,

en lo laboral o en medio de, las amistades o amigos.   No hay o no se le puede llamar a un grupo familiar sin que hayan fundamentos sólidos fundamentados en los valores morales, el respeto e inclusive la lealtad, ningún supervisor o jefe de área alcanza el éxito.

si su equipo de trabajo no está constituido por personas con conocimiento pleno de su funciones y leales a sus principios, no hay amistad o amigos sinceros si la relación no está basada en la hermandad nacida de momentos compartidos durante la infancia o niñez,

 

es esa camaradería llena de momentos alegres o tristes y de momentos que se convierten en secretos lo que nos lleva a ser ese gran amigo, indudablemente todo necesita columnas que soporten el peso y lleven adelante la obra.

 

Hoy día nosotros los seguidores de Cristo Jesús, estamos llamados a fundamentar las bases solidad de la Obra de Dios, nuestros día a día  debe ser testimonios de los cambios generados por el Señor en cada uno de nosotros, somos el almacigo donde se sembró el Amor de Dios por la Humanidad

 

En las Santas Escrituras el Señor nos pide que seamos firmes, sin dudar de quién es Él y de lo que debemos hacer.

 

Dios nos pide que seamos pilares, es decir, que los que nos rodean confíen en ;que estamos comprometidos con nuestra la labor, y que los demás puedan ser motivados a realizar obras de bien, apoyar a los que necesitan o incluso, que levantemos  nuestro propio hogar o familiares de las ruinas.

 

*Seamos un pilar en la Iglesia, en la congregación, en nuestra familia, en nuestra comunidad y porque no de nuestro País?

 

  Motivemos a los demás para orar, leer la Biblia, ayudar en la Obra o dar crecimiento a las personas Seculares y Espiritualmente, ¿Quién eres? Te darás cuenta que eres un pilar no indispensable pero Si Importante para Dios en su Obra. Te Invito; ¡Anímate a ser necesario para otros y para la obra de Dios! Amen.*

A…G.

 

 

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